
Peggy Callahan es una activista en contra de la esclavitud, productora y directora de cine quien ha dedicado casi 20 años en luchar contra la esclavitud moderna y lleva décadas produciendo documentales sobre pobreza, el racismo, la pena de muerte, los desamparados y la esclavitud. Callahan se convirtió en la co-directora del documental Mission: Joy-Finding Happiness in Troubled Times (Misión: Alegría-Encontrando Felicidad en Tiempos Turbulentos).

¿Cómo lograste involucrarte en la co-dirección del documental “Mission Joy”?
Tuve mucha suerte suerte, un amigo mío llamado Doug Abrams, quien es un ‘bestseller author’ él me llamó durante Thanksgiving y me dijo : “ Tú vas a amarme por siempre”, yo le respondí : “Igual te voy a amar, pero igual dime a que te refieres”. Él prosiguió preguntándome si quería ir a la India a dirigir un documental basado en “El Libro de la Felicidad” (The Book of Joy), estaríamos en el complejo residencial del Dalai Lama durante una semana, allí también se encontraría el Arzobispo Desmond Tutu, por supuesto que no me negaría. Ya había trabajado con el Arzobispo Tutu, porque cuando era reportera yo cubría eventos de justicia social y cuando me enteré de la esclavitud moderna, me asombré de que aun existiera la esclavitud en el mundo. Empezamos una organización para luchar en contra, y el arzobispo se encontraba entre los miembros de la junta directiva, así que ya lo conocía, pero no conocía a su santidad el Dalai Lama.

¿Qué sentiste durante la filmación de este gran proyecto?
Es una muy buena pregunta, te puedo decir que cada vez que tu te envuelves en un gran proyecto, y tal vez me puedas entender por el trabajo que realizas, que el proyecto se convierte en un acto irracional de amor, así fue con este proyecto. Sentí como si me encontraba en el centro del mundo. Escuchando a estos hombres importantes riendo y bromeando el uno con el otro. Decían cosas tan graciosas que personas de nuestro equipo comenzaron a reírse, yo les decía: “Chicos, silencio, van a arruinar el sonido de la grabación”. Aparte de oír tantas cosas graciosas, uno realmente aprende lo que realmente importa en la vida, uno realmente aprende sobre la felicidad, aunque no oyeras las palabras, solo con ver la forma en que se trataban uno al otro, y resulta que la amistad y la conexión es vía número uno para ser feliz.

¿Qué cambió en tu vida luego de Mission Joy?
He estado trabajando en estudiar todo esto, como podemos hacer el mundo un mejor lugar para vivir, y creo que lo que viví durante la filmación se agregó a todo eso y creo que ahora le pongo más atención a las relaciones, a los actos de bondad, a la gratitud, al perdón, a las conexiones, porque todas estas cosas nos convierten en mejores personas y también ayudan al mundo a convertirse en un mundo mejor. Y

quien no quiere vivir en un mundo mejor, este mundo está muy herido, el 40% de nosotros se encuentra deprimido o ansioso. Ahora entiendo por que alguien quiso hacer un libro y una película hablando de la felicidad. Debemos ayudarnos uno al otro. El Dalai Lama y Desmond Tutu se autodenominaban “Los Hermanos Traviesos”, y esta fue la última vez que estuvieron juntos, ya que durante la filmación el Arzobispo Tutu se encontraba recibiendo quimioterapia, y viajó desde Sudáfrica, puedes imaginarte que importante fue para ellos estar reunidos durante una semana y demostrar que la humanidad es mayor que las diferencias, y que la alegría es un trabajo interno. Ellos querían que todos entendiéramos esto. Creo que el documental abarca gran parte de este mensaje.
¿Cómo surgió el Proyecto Joy?
El Proyecto Joy fue creado para evaluar estos puntos, trabajamos con científicos de Berkeley y Harvard y han creado un estudio global sobre la felicidad, es gratis y las personas deberían de hacerlo, es durante siete días, siete minutos al día, es online y al final realizas estos micro actos de felicidad que te hacen sentir muy bien, así descubres que te funciona para hacerte sentir mejor. Este estudio ayuda a descubrir que puede hacerte feliz. Están participando más de 55,000.00 personas de 201 países. Resultados preliminares han demostrado que las personas participantes se encuentran un 23% más felices luego de haber participado en este estudio. Cuando ayudas a alguien te sientes más feliz, pero la primera persona que debes hacer feliz es a ti mismo. Uno a veces debe perdonarse así mismo porque a veces somos muy críticos con nosotros mismos, tener compasión por uno mismo es realmente una cosa muy importante. Es bueno interesarse por historias que nos alienten a seguir, interesarnos por la naturaleza, por cosas hermosas. Ser crítico con uno mismo a veces está en nuestra cabeza, y de cierta forma no está mal, el problema crece cuando comenzamos a criticar a otros, y eso nos aleja de otros y no nos permite hacer amigos. Una buena amistad es un trofeo, y nos vuelve muy feliz.
